Los artículos vintage imprimen carácter a nuestra indumentaria y se convierten en muchos casos en auténticas piezas únicas
El fenómeno vintage –relativamente reciente en nuestro país, más arraigado en los países anglosajones– tiene relación con la comercialización de prendas de ropa, complementos y accesorios de moda, de épocas pasadas. Son artículos que, en pocos casos, alcanzarían la categoría de almoneda –objeto con al menos 50 años de vida– y, en muchísimos menos, de antigüedad –de más de 100 años–.
Anheladas por la búsqueda de identidad y personalidad en el vestir, destacables por sus notas de exclusividad y saber hacer propias de las casas de costura del pasado, las prendas vintage no son simplemente aquellas que reciclamos, no al menos en sentido estricto.
Es muy cierto que favorecen el reciclaje, pero el artículo vintage responde a una prenda, prêt-á-porter o de alta costura, utilizada previamente o no, con unas características muy marcadas en su diseño que la hacen perteneciente a una época concreta de manera auténtica, sin adaptaciones. Hoy las utilizamos para otorgar carácter a nuestra manera de vestir, cansados de las estridencias y de reinventar mil y una veces lo ya inventado.
Los artículos vintage confieren carácter a nuestra indumentaria y se convierten en muchos casos en auténticas piezas únicas de arte y cultura, difícilmente reemplazables. En el caso de los estudiantes de Moda o de los apasionados de la misma, su interés tiene también que ver con el deseo de aprender cómo se hacían las cosas antes. Ese know-how se adquiere mediante este tipo de prendas que, en muchos casos, respondiendo a procesos de fabricación artesanales, son ecosostenibles (tejidos naturales, tintes naturales o producciones limitadas).
También se ha empleado el término vintage para aludir a artículos de creación actual que utilizan telas o patrones más antiguos
Artículo vintage vs estilo vintage
Por extensión, también se ha empleado el término vintage para aludir a artículos de creación actual que utilizan telas o patrones más antiguos. Podríamos decir que este tipo de artículos son “estilo vintage”, pero al adecuarse a tendencias actuales o modos de producción más innovadores, pierden algunas de las características que definen una auténtica pieza vintage.
Como suele ocurrir en el mundo de la Moda con términos que tenían un significado unívoco, vintage se ha generalizado, para pasar a engrosar las listas de clichés de este sector y, prácticamente, abarca todo lo que tenga que ver con lo clásico, incluso con aquello pasado de moda y que recuperamos de un baúl cargado de naftalina.
Eso parecerá lo que queramos que parezca, pero no es vintage.
Los artículos vintage no son sencillos de conseguir en España: hay que asistir a ferias, subastas o distribuidores especializados. Es necesario indagar, contactar con personas de entornos concretos, y, en definitiva, tener cierta cultura de Moda y madurez profesional para identificar verdaderos artículos vintage.
Pese al rótulo en la puerta de algunos establecimientos que se autodenominan vintage, he podido sentir la decepción de atravesar el umbral y comprobar cómo casi cualquier artículo con más de 10 años se denomina vintage: desde prendas sacadas de los baúles de las abuelas a camisetas de Naranjito, que poco o nada tienen que ver con las características de lo vintage.
Le Fabourg, Corachán y Delgado, Lotta Vintage, incluso algunas tiendas de antigüedades propiamente dichas como López Linares, reúnen algunas de las piezas más destacadas y con mejor gusto que podemos encontrar en Madrid. Esto por citar sólo algunas de las más profesionales de este sector. En joyería no se pueden olvidar Vendôme, Marta Alcolea o L’Ermitage, auténticos referentes en Madrid.
Encontramos artículos exclusivos, piezas únicas, en el caso de la alta costura y la peletería o la orfebrería, plagados de detalles artesanales y con una historia detrás que hacen de ellos auténticos elementos atemporales de la indumentaria de mujeres y hombres de hoy, y también de entonces.
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Virginia Rodríguez Cabrero ha sido profesional retail de Moda durante más de 10 años y actualmente es Profesora colaboradora en la escuela de negocios ESERP e Investigadora colaboradora de la UCM.