Asistir a un concierto de U2 o Stereo Suite; oír los mítines de Sarkozy o Royale; comprar en Berskha; escuchar jazz desde un pub de Nueva Orleans o pasearse por las mejores galerías y exposiciones…
Internet ha supuesto un nuevo cauce para participar en la política y en la configuración de la opinión pública. La Red sirve como herramienta para partidos políticos y candidatos, como medio de participación ciudadana en las decisiones políticas y como un lugar en el que la influencia y los contenidos se fraguan de un modo más o menos democrático.
Internet ofrece a los anunciantes una ventaja que no pueden darles otros medios de comunicación de masas: la posibilidad de medir la eficacia de sus campañas publicitarias. Se puede saber cuántas personas han visto un anuncio y, sobre todo, si han respondido a él pulsando en el enlace a la compañía anunciante. Esto ha dado origen al sistema conocido como pago por "clic" (PPC): el anunciante solo paga cuando el mensaje llega a la audiencia interesada, o sea cada vez que un internauta hace "clic" en el enlace.