La última convocatoria del Atrio de los Gentiles, en Barcelona, llevó el diálogo entre creyentes y no creyentes al terreno común del arte y la belleza.
Las cartas entre los dos pensadores judíos descubren al verdadero Benjamin, sin la deformación propagandística que quiso hacerlo pasar como heraldo del marxismo.
Los intelectuales constituyen una clase social que, según Minc, en su mayor parte no se ha caracterizado por su independencia ideológica ni por sus convicciones, sino por su actitud cortesana y por su venalidad.
Fabrice Hadjadj es un pensador que sabe ver la fe con la novedad del converso. Es ingenioso y atrevido con los temas de los que se ocupa, como la muerte, la sexualidad o el ateísmo.
Václav Havel (1936-2011) no solo será recordado como el líder de la “revolución de terciopelo” que acabó pacíficamente con el comunismo en Checoslovaquia. También fue el intelectual convencido de que la democracia necesita vivir en la verdad.
“Me atrevo a decir que éramos amigos”, declara Václav Havel sobre Juan Pablo II en su libro de recuerdos Sea breve, por favor. Su bienvenida a Juan Pablo II cuando visitó Checoslovaquia en 1990, revela esa sintonía intelectual y cordial.
En la laudatio sobre Joseph Weiler, el catedrático de la Universidad de Navarra Rafael Domingo se refirió, entre otras cosas, a su defensa de los valores religiosos en la vida pública.
Para el gran público Joseph Weiler es el jurista judío que defiende las raíces cristianas de Europa. Pero la aportación principal de este constitucionalista a la idea de Europa es la articulación del discurso sobre los medios y los ideales en la integración europea.
La biografía de uno de los intelectuales más influyentes del siglo XX español, que destacó como médico, humanista e historiador, con un talante liberal y moderado.
Se acaban de cumplir los cien años del nacimiento del poeta polaco Czeslaw Milosz, Premio Nobel de Literatura en 1980. Un intelectual que buscaba salvación en la poesía, siempre con la nostalgia del origen divino del hombre.
Las jornadas del “Atrio de los gentiles”, celebradas en París, han demostrado que es posible un diálogo marcado por el respeto y la amistad entre personas de diferentes convicciones.
En estas reflexiones escritas durante su estancia en la cárcel, Schmitt se presenta como un pensador sorprendente, polémico, pero extremadamente sugerente.