La necesidad de reformar las pensiones en España venía siendo anunciada en informes de organismos internacionales, como consecuencia inaplazable del envejecimiento de la población previsto en las proyecciones demográficas.
Según una encuesta hecha en EE.UU. y los cinco países más grandes de la UE, los trabajadores en activo querrían jubilarse antes de los 60, pero no esperan poder hacerlo hasta 5-8 años después de la edad preferida.