Defender a Jacob

GÉNEROS, ,

PÚBLICOAdultos

CLASIFICACIÓNLenguaje soez, Violencia, Sexo

ESTRENO24/04/2020

EPISODIOS8 capítulos de 45-43 min.

PLATAFORMAS

La posibilidad de que un adolescente sea el asesino de otro menor es un motor de inquietud de máxima eficacia. En esta miniserie protagonizada y producida por Chris Evans (un actor que siempre se recordará como el Capitán América), la tensión va en aumento ante las acusaciones de homicidio contra un chico de 14 años de aspecto distraído llamado Jacob, sin ningún tipo de antecedentes penales. Es hijo único de una familia acomodada del pequeño condado de Newton (Massachusetts) y su padre es el admirado ayudante del fiscal.

En los últimos años ha aumentado el número de casos reales de crímenes cometidos por menores, especialmente en Estados Unidos. William Landay, autor de la novela en la que está basada la miniserie, reconoce que “hubo muchos casos que me inspiraron, la mayoría de ellos solo de interés local en Boston, el lugar en el que vivo”. Ese estado norteamericano es uno de los que tiene mayor delincuencia, algo que también aparece subrayado en las primeras y extraordinarias películas de Ben Affleck como director: Adiós pequeña, adiós y The Town. Ciudad de ladrones.

Defender a Jacob tiene una atmósfera turbadora y adictiva perfectamente dosificada en 8 capítulos, con un ritmo pausado pero intenso. Tanto el director noruego Morten Tyldum (Jack Ryan, The Imitation Game) como el guionista Mark Bomback (La guerra del planeta de los simios) buscan que el espectador interiorice lentamente el impacto de una gran tragedia en un lugar pacífico en el que todo el mundo se conoce. El morbo está bastante contenido, con excepción de una subtrama sexual demasiado explícita a mitad de temporada. Al ser una historia muy dura, no hay vísceras ni un retrato del psicópata juvenil tan enfermizo como el que, sin ir muy lejos, hemos podido ver recientemente en la segunda temporada de Mindhunters o en películas tan minoritarias como Tenemos que hablar de Kevin (Lynn Ramsay, 2011), la polaca Patio de recreo (Bartosz M. Kowalski, 2016) o la británica El sacrificio de un ciervo sagrado (Yorgos Lanthimos, 2017).

Esta miniserie acierta en el tono y en el ritmo de la intriga que se apoya en un guion estructurado con habilidad en numerosos flashbacks, y en una sugerente banda sonora del islandés Atli Örvarsson (Chicago Fire). También muestra una eficacia incontestable en la generosa producción por parte de Apple, que no está dudando en invertir a lo grande para ser competitiva. La elección de Jaedden Martel (Puñales por la espalda, Midnight Special) como Jacob es fundamental, porque su personaje tiene que medir muy bien los gestos para sugerir sin descifrar antes de tiempo. Chris Evans está tan formidable como Michelle Dockery (Downton Abbey); ambos componen un matrimonio creíble y sobrepasado con los que resulta casi imposible no empatizar. Por último, las tramas secundarias están ejemplarmente desarrolladas desde el guion y la interpretación de actores tan prestigiosos como J. K. Simmons (Whiplash), Pablo Schreiber (American Gods), Betty Gabriel (Counterpart) o Cherry Jones (Chimerica).

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