Una versión de esta reseña se publicó en el servicio impreso 56/14
El productor discográfico Dan no atraviesa su mejor momento. Está separado de su mujer Miriam, y desconectado de su hija adolescente, Violet. Además, su forma de entender la industria musical no encaja con los nuevos tiempos. Su entrada en un garito nocturno y unas copas de más, no impiden que quede subyugado por la voz de la joven Greta, casi obligada por un amigo a cantar en el escenario. Sobre la marcha le propone grabar un disco, aunque ella, en medio de una crisis amorosa, se muestra escéptica.
Siete años de ...
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