La denuncia de una organización evangélica al gobierno por retirarle el permiso para un evento religioso reaviva un debate que se había cerrado en falso.
El jurista advierte contra la tentación de los poderes públicos de confundir libertades básicas con concesiones, y reivindica el derecho a la libre expresión sin temor a represalias.
La autoridad pública no puede imponer el crucifijo, pero la comunidad escolar está en su derecho de adoptarlo, buscando un ajuste razonable con las otras creencias.
El doble rasero que se aplica a la aspirante a magistrada del Supremo estadounidense, católica como Biden, no es la igualdad que buscó la juez Ginsburg.
El delegado para asuntos religiosos reconoce que la actitud hacia la fe dentro del laborismo británico es de frialdad, cuando no rechazo, y que esto perjudica al propio partido.
Hoy se tiende a confundir el principio de neutralidad estatal con la indiferencia hacia el hecho religioso. Pero, como explica el profesor Christian Hillgruber, el Estado constitucional moderno no se entiende sin las aportaciones de la fe cristiana.
Según un planteamiento muy extendido, la neutralidad religiosa del Estado implica, más que tratar a las religiones de forma similar, aislarlas (a todas por igual) del espacio público.