Esta antología de la obra de Koestler, comentada por él mismo, es un testimonio apasionado sobre la confusión ideológica del siglo XX y revela los riesgos del compromiso político del intelectual.
“The Economist” señala que el año por concluir ha estado marcado por un retroceso del liberalismo, pero advierte: “No subestimemos la capacidad de los liberales para reinventarse”.
El auge del populismo aparece ligado a la quiebra de la confianza en los partidos tradicionales y en las élites culturales. Analizamos este fenómeno en varios artículos.
El choque de visiones entre Iglesias y Errejón sugiere que no es fácil aspirar a monopolizar la voluntad popular y, a la vez, casarla con los objetivos del partido.
En un momento de inflación populista, la tentación es despachar etiquetas sin dar razones. Iniciamos una serie de artículos sobre la quiebra de la confianza en las élites.
Ya no vale decir que el empresario no es un republicano auténtico: con la nominación ha recibido un cheque en blanco para ser la cara visible del partido.
Hildebrand tuvo que huir de Alemania por criticar abiertamente el nazismo, pero siguió defendiendo la dignidad de la persona y denunciando el antisemitismo en sus intervenciones por Europa.
En Alemania y Austria, los partidos populistas de derechas han arrebatado a la izquierda una de sus banderas clásicas: la defensa del Estado del bienestar, pero solo para “los nuestros”.