El filósofo Tzvetan Todorov explica que una sociedad necesita no solo tener memoria, sino conocer la Historia, y lo aplica al caso de Argentina, donde un terrorismo revolucionario precedió al terrorismo de Estado.
La filtración de los despachos de la diplomacia de EE.UU. ha suscitado el debate en la prensa internacional entre los partidarios de la transparencia a ultranza y los que defienden la necesidad del secreto para que la acción diplomática sea eficaz.
En diálogo con Jean Serroy, Lipovetsky señala que en el contexto de la hipermodernidad la cultura ha sufrido una poderosa devastación debido a la fuerza de diferentes fenómenos y que la única salida al vacío reside en la educación.
En sendas obras, Marc Fumaroli defiende la alta cultura y critica el “entertainment” de la actual industria cultural, mientras que Gilles Lipovetsky y Jean Serroy se limitan a reseñar el giro de la cultura sin jerarquías.
Con su habitual erudición y elegancia, Fumaroli reflexiona sobre el mercado del arte y sobre los efectos nocivos de la mentalidad utilitarista en el ámbito de la creación artística, tradicionalmente gobernado por las exigencias de la belleza.
¿Quién define las tendencias? ¿El diseñador se inspira en la calle o la calle en el diseñador? La cuestión debatida remite a la palabra clave: innovación.
El modo en que la prensa y el Vaticano han gestionado la crisis de los abusos sexuales que estalló en la primera mitad de 2010, ha sido analizado en una reunión con una veintena de periodistas de importantes medios estadounidenses.
La Comisión Europea quiere que los ciudadanos puedan exigir que sus datos personales sean borrados de Internet. Aunque la idea suena bien, Gordon Crovitz plantea algunas dificultades prácticas y de principio.
El rigor profesional sale malparado cuando un periódico como “El País” desinforma en titulares sobre la actitud de los médicos españoles ante la eutanasia.
¿Por qué dejaron de cantar los gondoleros de Venecia? Goldman revela el misterio en esta breve novela, humorística y disparatada, que engancha al lector.
Aunque parece que el discurso dominante se empeña en acallar el mensaje religioso, lo cierto es que hay una tendencia a valorar y a pensar de nuevo sobre las creencias, sin abandonarlas al terreno de la irracionalidad y la superstición.
La filosofía de la religión responde al intento de introducir al lector en una disciplina algo olvidada, pero que mantiene su vigor a pesar de las tormentas.