A propósito del desmayo sufrido por el presidente francés Nicolas Sarkozy mientras corría, Enrique García-Máiquez ironiza sobre la a veces exagerada preocupación por mantenerse en buena forma.
La ciencia se presenta a menudo como la panacea para resolver cualquier limitación y para entender qué es el hombre. Cada vez es más aceptado recurrir a fármacos para potenciar las capacidades de personas de buena salud, y no solo en el dopaje deportivo.
Poco a poco la medicina paliativa va abriéndose camino como el modo más digno de tratar al enfermo terminal. Es una especialidad que necesita grandes dosis de ciencia y de humanidad.
En Gran Bretaña las autoridades sanitarias multiplican las campañas publicitarias para que los ciudadanos cuiden la salud. Pero las recomendaciones, cada vez más enérgicas, caen en oídos sordos.
Ellen Goodman ("International Herald Tribune", 15 junio 2005) comenta con humor los resultados de las últimas investigaciones sobre obesidad, en las que se dan la vuelta a los riesgos: unos kilos de más evitan la muertes prematuras...
Francisco García Olmedo, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad Politécnica de Madrid, explica en "Revista de Libros" (diciembre 2004) que el público tiene demasiada confianza en los alimentos naturales y una prevención exagerada contra los tratados con productos químicos.