Carl Elliott, profesor de ética médica en la Universidad McGill (Canadá) muestra, con un comentario irónico publicado en British Medical Journal (26-X-96, reproducido en Position Papers, Febrero, 1997), que es muy fácil hablar en favor de la eutanasia si uno no tiene que ponerla en práctica.
Veintiún países han suscrito el Convenio sobre Derechos Humanos y Biomedicina, redactado por el Consejo de Europa (CE). Es el primer acuerdo internacional sobre esta materia.
Apropósito de la clonación de la oveja Dolly, el profesor francés de genética médica y miembro del Comité consultivo nacional de ética, Jean-François Mattei, da su opinión en Le Monde (5-III-97) sobre la aplicación de esta técnica en seres humanos.
El respeto de las diferencias culturales puede tener también sus trampas cuando no se afirman a la vez unos derechos humanos universales. Un caso llamativo han sido las recientes declaraciones de Els Borts, ministra de Sanidad de Holanda, quien afirmó que le parecía "aceptable" el aborto selectivo en función del sexo. Se trataría de sacar de "una situación de emergencia" a mujeres originarias del Tercer Mundo, cuando el marido no desea que nazca una niña y puede discriminar a la mujer por esta razón. Hay que tener en cuenta que el 43% de los abortos que se realizan en el país corresponden a mujeres extranjeras que buscan resolver su problema dentro de la permisiva legislación holandesa. Así que el caso planteado por Borts no parece una mera hipótesis, sino una práctica aceptada en clínicas abortistas holandesas.
Algunos países asiáticos, como Corea del Sur, China e India, muestran por tradición una marcada preferencia por los hijos varones. En consecuencia, el diagnóstico prenatal se ha utilizado allí sobre todo para la selección de los nacimientos en función del sexo.