Criba de niñas no deseadas

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Algunos países asiáticos, como Corea del Sur, China e India, muestran por tradición una marcada preferencia por los hijos varones. En consecuencia, el diagnóstico prenatal se ha utilizado allí sobre todo para la selección de los nacimientos en función del sexo.

En Corea del Sur, la preferencia por el varón, de raíces confucianas, se ha combinado con una larga campaña estatal para reducir la natalidad. En consecuencia -y con la ayuda del diagnóstico prenatal del sexo-, el país tiene hoy una de los mayores desequilibrios del mundo entre niños y niñas. Pero el gobierno ya ha advertido los problemas y está cambiando su política.

El país tiene 45 millones de habitantes, y nacen casi 116 niños por cada 100 niñas, cuando lo normal es que la proporción sea de 105 ó 106 nacimientos de niños por cada 100 de niñas, tasa que después se equilibra por la mayor mortalidad infantil masculina. La desproporción se debe al aborto selectivo de niñas, con ayuda del diagnóstico prenatal del sexo: en los últimos años han nacido un promedio de 330.000 niñas, pero se han abortado a unas 30.000; lo que supone abortar a una de cada 12 niñas.

La situación crea no pocos problemas. Se nota la desproporción en las escuelas, y las proyecciones demográficas para el 2010 indican que sólo habrá 4 mujeres casaderas por cada 5 hombres. De ahí que el gobierno esté rectificando su campaña de control de la natalidad (ver servicio 109/96). Así, el aborto de fetos femeninos es perseguido por ley desde 1994. No obstante, todavía hay muchos médicos dispuestos a practicar el aborto por dinero, para lo que necesitan del diagnóstico prenatal del sexo del feto: si es niña, muchas parejas encuentran una excusa más para abortar.

Parece que las autoridades se han convencido de que para evitar el aborto selectivo de niñas hay que poner coto al diagnóstico prenatal del sexo. Pues según cuenta International Herald Tribune (15-I-97), el pasado octubre el gobierno dio un golpe la red de abortos clandestinos deteniendo a un nutrido grupo de médicos que facilitaban a las mujeres el diagnóstico prenatal del sexo de sus hijos.

En la India y en China también existe preferencia tradicional por el varón. En China, el problema se agrava por la política coercitiva del «hijo único» por pareja (no más de dos en algunas zonas rurales), que provoca abortos e infanticidios de niñas y, por tanto, conduce al desequilibrio entre sexos. En un informe estadístico de 1991 el gobierno chino supo que en el país nacían 118,5 niños por cada 100 niñas. Aunque las estadísticas oficiales hablan más recientemente de 113,8 varones por cada 100 niñas. Para paliar el desequilibrio, el gobierno prohibió en una ley de 1994 el diagnóstico prenatal del sexo, salvo por motivos médicos.

No obstante, China parece seguir empeñada en recortar nacimientos a toda costa. En la misma ley de 1994, bajo el nombre de «protección de la salud materna e infantil», se apoya la eugenesia: la ley no obliga a abortar niños con defectos congénitos, pero prevé que se intente «convencer» a la madre de que lo haga (ver servicio 147/94).

Por lo que se refiere a la India, un estudio de la Universidad Harvard concluye que de 1981 a 1991, sobre todo en la segunda mitad de la década, con la mejora de las técnicas, más de un millón de niñas murieron por abortos selectivos (ver servicio 73/96). En este país las niñas se ven como una carga por el problema de la dote a la hora de casarse.

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