Un tribunal de Chicago ha condenado a varios activistas pro-vida por realizar manifestaciones a las puertas de clínicas abortistas, aplicando una ley federal -conocida por las siglas RICO- originalmente concebida para reprimir el crimen organizado. En un artículo publicado en The Human Life Review (verano 1998), Dennis Byrne, colaborador habitual y miembro del consejo editorial del Chicago Sun-Times, señala el contraste entre la dureza usada con los pro-vida y la tolerancia con otros activistas que organizan actos de protesta semejantes.