Dinamarca
Activistas pro-vida han erigido un monumento para recordar a los niños abortados en Dinamarca. Se trata de un monolito levantado en Vederstoe, localidad situada 220 kilómetros al oeste de Copenhague, que lleva la inscripción «A los más de 500.000 ciudadanos daneses cuyas vidas han sido robadas», en alusión al número de abortos practicados en el país desde la legalización, hace más de 25 años. La iniciativa, impulsada por el pastor luterano Orla Villekjaer, ha sido criticada por buena parte del clero y de la jerarquía de su Iglesia. El obispo luterano del lugar la ha calificado como «una expresión de mal gusto». En Dinamarca se realizan unos 18.000 abortos anuales, número que equivale al 20% de los embarazos.