En las clínicas de fecundación artificial de EE.UU. hay congelados unos 400.000 embriones, según el primer recuento nacional que se hace en el país. Esta cifra, muy superior a la estimada, es consecuencia de una creciente industria de la fertilidad, cuyo éxito depende de crear muchos embriones para implantar solo los mejores.
Bajo el título "Sorpresa, mamá: soy anti-abortista", el New York Times (30 marzo 2003) publica un reportaje de Elizabeth Hayt sobre la difusión de la postura pro-vida entre los jóvenes de Estados Unidos.