De cuando en cuando el público necesita un icono científico, y Stephen Hawking cumple hoy ese papel. Su terrible enfermedad esclerosis lateral amiotrófica ha contribuido a hacerle célebre y sus libros se han convertido en best sellers, a pesar de que pocos pueden llegar a entenderlos. Si el público se impresiona sin entender, los que entienden no están tan impresionados. Así lo pone de relieve Francisco J. Ynduráin, catedrático de Física Teórica en la Universidad Autónoma de Madrid, en una reseña del último libro de Hawking, El Universo en una cáscara de nuez (Saber Leer, octubre 2003).
La reforma de la ley española de reproducción asistida (ver servicio 114/03) ha pasado al Senado, donde es previsible que se repitan las discusiones del Congreso (1). No deja de ser sintomático que buena parte de la efectividad del texto se confíe a futuros protocolos, uno de ellos el de excepciones a la prohibición de fecundar más de tres óvulos y congelar los embriones sobrantes. Este protocolo debe ser propuesto por la Comisión Nacional de Reproducción Asistida (CNRA). Por diversas circunstancias, la CNRA tiene una amplia representación vinculada a quienes practican en diversas clínicas esta actividad. Desde la representación médica, a la psicológica, a la de diversas asociaciones, empezando por la de usuarias, la incorporación de personas vinculadas, por ejemplo, a la Clínica Dexeus, es desproporcionada. El órgano de control se ha convertido en un órgano de representación de intereses que ha funcionado con eficacia cara a la última reforma.