El próximo 1 de enero entrará en vigor en Holanda una ley de unión civil que equipara a las parejas homosexuales con los matrimonios a efectos fiscales y de herencia, pero no les permite adoptar niños ni recurrir a la fecundación in vitro. Quienes piden que también se admita esto -entre ellos, los miembros de una comisión parlamentaria- y consideran que no basta un mero contrato de convivencia, sostienen que no hay argumentos objetivos para oponerse al matrimonio entre homosexuales. M.J.A. van Mourik, catedrático de derecho de la Universidad Católica de Nimega, ofrece diez (NRC Handelsblad, 19-XI-97).
En Canadá, varias decenas de asociaciones de mujeres reclaman que la sociedad reconozca el trabajo de las amas de casa. Ya han logrado algunos de sus objetivos. El pasado octubre, 41 organizaciones se reunieron en Ottawa para celebrar un congreso sobre el que escribe la periodista Paula Brook (The Globe and Mail, Toronto, 25-X-97).