La legalización de las drogas no acabará con el crimen del narcotráfico en México, como el comercio legal de armas no ha acabado con la violencia en EE.UU.
La matanza del 8 de enero en Tucson (Arizona) ha provocado un debate en Estados Unidos en torno a la influencia que haya tenido el ambiente de crispación política. Crispación habrá, pero sobre todo hay armas.
Los que defienden como progresista el derecho al aborto en nombre de la libre decisión de la mujer, consideran un retroceso que el Tribunal Supremo de EE.UU. reconozca el derecho a decidir si uno va armado.
Barack Obama ha decidido que Estados Unidos no se adhiera al tratado internaciona que prohíbe las minas contra personas. Sus argumentos son los mismos que los de su predecesor George Bush.
Este libro de Diana Preston trata de explicar cómo la culminación de la ciencia Física de vanguardia a comienzos del siglo XX condujo a la fabricación del arma más terrible que los hombres han producido.
Ha comenzado en Nueva York la revisión quinquenal del Tratado de No-Proliferación Nuclear (TNP), al que se han adherido 188 países. Ramesh Thakur, vicerrector de la Universidad de la ONU en Tokio, comenta las dificultades que atraviesa el proceso de contención y desarme ("International Herald Tribune", 18 mayo 2005).
Pese a que lo dispone el Tratado de No Proliferación Nuclear, Estados Unidos no se plantea renunciar a las armas nucleares. Esta política es "hipocresía nuclear" y pone en peligro los esfuerzos por contener la difusión de armas de destrucción masiva, afirma Tad Danley, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de California, en el International Herald Tribune (21 octubre 2002).