Tim es un tímido joven inglés que vive apabullado por la fuerte personalidad de su familia. Cuando cumple 21 años, su padre le revela que, como todos los varones de la familia, posee el don de viajar en el tiempo, pero solo al pasado y con ciertas limitaciones. Ya instalado en Londres como abogado, Tim decide ejercitar su superpoder para encontrar novia y ayudar a los demás. Comprobará que no es tan fácil conjugar ambos objetivos durante su accidentado romance con la bella e insegura Mary.

Richard Curtis (Nueva Zelanda, 1956) se ganó un merecido prestigio como guionista de películas como Cuatro bodas y un funeral, Notting Hill, El diario de Bridget Jones o War Horse. Además, dirigió Love Actually y Radio encubierta, y ahora retorna tras la cámara en esta tragicomedia, donde confirma su gran capacidad para la dirección de actores, a los que mima a través de una puesta en escena más fresca que brillante. Se luce especialmente el joven Domhnall Gleeson con una interpretación memorable.

Curiosamente, lo más irregular de la película es el guion, confuso en sus idas y venidas en el tiempo, y con algunas groseras escenas sexuales, que rompen el tono amable del relato. De todas formas, Una cuestión de tiempo tiene mayor hondura dramática y moral, y ofrece ciertas críticas incisivas al hedonismo desatado, reflexiones sobre la libertad y el destino, y una visión positiva del cariño familiar y de la amistad. Todo ello, sin excesivas moralinas, con una notable intensidad emocional, un chispeante sentido del humor y una buena selección de bellas baladas románticas.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.

Funcionalidad exclusiva para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta para poder comentar. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.