Cine & Series

Vuelve el espíritu primigenio de la saga Rocky, con Sylvester Stallone como buen secundario.
Venganza, odio, codicia y un absoluto desprecio por la vida son los ingredientes de este macabro “western” que tiene mucho de tragedia griega en clave cómica, al estilo Tarantino.
El caso de uno de los primeros transexuales, muy bien interpretado por Eddie Redmayne, tiene mucho de reivindicación ideológica, pero prima los conflictos dramáticos.
Oscar a la actriz de reparto (Alicia Vikander).
En Auschwitz, donde un prisionero judío húngaro tiene que trabajar en los hornos crematorios, inesperadamente se incoa una reacción moral. Estremecedora película.
Oscar a la película de habla no inglesa.
La historia de una empresaria de éxito y su desequilibrada familia, con una gran interpretación de Jennifer Lawrence.
Más allá de entretener, el cine es capaz de invitar a reflexionar sobre la propia identidad.
Ambiciosa pero irregular película sobre el movimiento sufragista británico, que pretende mostrar la situación injusta que sufrían las mujeres.
La saga recupera la épica de “La guerra de las galaxias” con una continuación muy fiel a la trilogía original.
La lucha de un padre viudo para sacar adelante a su hija.
Película muy correcta y elegante, de la serie sobre mujeres de gran valía que ha iniciado Von Trotta, pero inferior a las anteriores.
Película familiar sobre tres chicos en un pueblo holandés ocupado por los alemanes en la Segunda Guerra Mundial.
La tragedia de Shakespeare en una versión que subraya los aspectos sórdidos y difumina las ideas de fondo.
Buen "biopic" que cuenta la vida de Jobs por medio de las presentaciones de tres productos lanzados por Apple en diferentes épocas.
La historia del funambulista que cruzó la distancia entre las dos Torres Gemelas: una aventura con momentos épicos y otros disparatados.
Una original y cautivadora versión de “Bodas de sangre”, que desgraciadamente decae en el segundo tramo.
Una versión de la historia de “Moby Dick” que, junto a espectaculares escenas de alta mar, ofrece tensión dramática en el conflicto entre el capitán y el primer oficial.
“Portlandia” es una parada necesaria para cualquier seriéfilo que quiera oxigenarse a base de humor y creatividad.
El final de una saga notable, innecesariamente alargado, no pasa de correcto, aunque lo salvan los actores.
La repetición de la fórmula empleada en “Ocho apellidos vascos” se queda muy lejos de la película original.

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