La Segunda Guerra Mundial y el Holocausto siguen siendo una fuente inagotable de argumentos cinematográficos. El director de cine y televisión Mick Jackson lleva a la pantalla un hecho real ocurrido hace un par de décadas. La historiadora norteamericana Deborah E. Lipstadt denunció en su obra The Growing Assault on Truth and Memory –publicada en 1994– la existencia de periodistas e historiadores de distintas nacionalidades que afirmaban que el plan nazi de exterminio judío, incluidas las cámaras de gas, eran una invención propagandística. Los acusó de “negacionistas” y arremetió contra ellos en su libro, señalándolos como mentirosos e historiadores fraudulentos. Uno de los aludidos, el británico David Irving ...

Contenido para suscriptores

Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.

Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.

Funcionalidad exclusiva para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta para poder comentar. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.