Mirai, mi hermana pequeña

TÍTULO ORIGINAL 未来のミライ

PRODUCCIÓN Japón - 2019

DURACIÓN 100 min.

DIRECCIÓN

PÚBLICOTodos los públicos

ESTRENO15/03/2019

“Las familias más perfectas son las más imperfectas”. Sería como el resumen temático de Mirai, mi hermana pequeña. A Mamoru Hosoda, que escribe y dirige esta película, parece que le gusta el tema familiar. En Niños lobo, en cierto modo trataba la maternidad; la paternidad en El niño y la bestia y, ahora, sobre todo la filiación y la fraternidad.

Kun es un niño de cuatro años que recibe con sorpresa a su hermana recién nacida, Mirai. Consentido y mimado, Kun ha sido siempre muy bien cuidado por sus padres y su abuela; pero ahora, con la llegada de la hermana, se da cuenta de que ya no es el centro de la casa, y empieza a sufrir algo nuevo: celos y envidia. Así, mientras anda perdido en estos sentimientos, su hermana Mirai del futuro –que eso significa el nombre–, y otros personajes, se le aparecen para darle lecciones de vida.

Mirai, mi hermana pequeña es un cántico de amor a la familia, donde las cosas pequeñas que nos suceden son las que realmente importan, porque son nuestra vida y nos forman. Estamos ante un nuevo anime –con lo difícil que tiene, a veces, hacerse con los ritmos y metáforas del cine japonés–, que podríamos considerar como El Principito oriental, a medio camino, también, de Cuento de Navidad, de Charles Dickens.

Como en estas obras mencionadas, la vida diaria de Kun se llena de una fantasía que convierte la película en un viaje de maduración. En él, el protagonista de la historia tiene que aceptar a su hermana pequeña y adquirir nuevas responsabilidades familiares. Y entender lo que menciono al principio sobre las familias. Es muy sugerente, en este sentido, cómo Kun descubre que sus padres también tienen nombre, no solo “papá” y “mamá”.

A la vez, aunque el foco se centre en el niño, Mirai, mi hermana pequeña habla de la relación marido-mujer, la conciliación trabajo-familia, la poca experiencia de él para dedicarse a las tareas domésticas, y cuán importantes son los dos para sacar adelante a la familia.

Por supuesto –no podía ser de otro modo–, Mamoru Hosoda bebe de las grandes obras de Hayao Miyazaki, como Mi vecino Totoro o El viaje de Chihiro. Por la temática, pero también técnicamente. Hosoda, además, ha sabido aprovechar la animación por ordenador, en unas espectaculares vistas de pájaro de la ciudad.

Mirai era una firme candidata al Oscar en la categoría de mejor película de animación. Se lo podría haber llevado: el problema es que ha tenido una muy buena competencia. Al final, Sony-Marvel ha desbancado a Disney-Pixar, con la notabilísima Spider-Man: Un nuevo universo.

Jaume Figa i Vaello
@jaumefv

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