La película de Brad Furman reconstruye unos hechos que aparecen en las memorias de Robert Mazur, tituladas: El infiltrado. Mi vida secreta en los bancos sucios detrás del cartel de Pablo Escobar, publicadas en castellano en 2011. A fines de los ochenta, el Banco Internacional de Comercio y Crédito (BICC) gozaba de buena salud y prestigio. Pero gran parte de su solidez financiera se sostenía sobre un entramado de negocios ilegales que usaban a la institución para lavar dinero. Durante cinco años, en una operación secreta, el agente norteamericano Mazur investigó y se infiltró haciéndose pasar por un multimillonario, Bob Musella, que deseaba blanquear dinero. Llegó hasta la puerta del mismísimo Pablo Escobar, fundador del cartel de Medellín, y el resultado de la operación fue un centenar de arrestos y el hundimiento del banco.
Infiltrado pretende principalmente ser una película de género, fiel a los moldes y tópicos del mismo. No lo decimos como demérito, al contrario: si esos tópicos están armados con brillantez y oficio, como es el caso, juegan a favor de la película. En ese sentido, el hecho de que el argumento se base en una historia real no ha empujado al film en una dirección “filodocumental” al estilo de Spotlight, sino que parece más bien una típica película ochentera de mafias de cierto sabor clásico –en cuanto a estructura y personajes–. Ello no quiere decir que el guion se aleje de los hechos en los que se basa, y para garantizarlo ha estado el propio Mazur como productor ejecutivo.
La película pivota en torno al trabajo interpretativo de Bryan Cranston, brillante, sólido, que hace que su personaje no sea un mero estereotipo. Está rodeado de un coro que funciona, engrasado con algunos ejemplos de relieve como Benjamin Bratt, Diane Kruger, Juliet Aubrey, John Leguizano… más la aportación española de Elena Anaya y Rubén Ochandiano. El protagonista es un hombre que tiene que salvar su integridad como marido, padre y hombre honesto en medio de un mundo delirante en el que tiene que hacer de multimillonario sin escrúpulos rodeado de drogas y prostitutas. Este conflicto es quizá lo más interesante de un film que tiene intriga, acción, adrenalina y buenas dosis de drama humano.
