En el invierno de 1820, cuando la caza de cetáceos era un gran negocio, el ballenero Essex, de Nueva Inglaterra, fue destruido por un gigantesco cachalote blanco, que dejó a la tripulación luchando por sobrevivir en medio del Océano Pacífico. Así se lo cuenta años más tarde uno de los supervivientes al escritor Herman Melville, que en 1851 transformaría esa historia en la inmortal novela Moby Dick. El afán de realismo preside esta adaptación de la homónima novela de no ficción de Nathaniel Philbrick, que rectifica determinados enfoques de la obra de Melville y de la espléndida adaptación fílmica que realizó John Huston en 1956 con Gregory Peck de protagonista. Por eso, el guion de Charles Leavitt y la pue ...

Contenido para suscriptores

Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.

Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.

Funcionalidad exclusiva para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta para poder comentar. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.