Algunos clérigos musulmanes condenan al EI por esclavizar a sus prisioneras, pero nada dicen de la sobreexplotación de los inmigrantes en varios países árabes.
Más que a un conjunto de normas o leyes, la referencia a la sharía se ha convertido hoy, en el mundo musulmán, en una cuestión identitaria e ideológica.
El obispo de Maiduguri, la diócesis más castigada por los extremistas, denuncia que el ejército nigeriano está siendo incapaz de frenar a los fundamentalistas islámicos.
Matan al grito de “¡Alá es grande!”. Pero la mayoría de los dirigentes musulmanes aseguran que esta violencia nada tiene que ver con el verdadero islam. Para clarificar la situación, se alzan voces entre los intelectuales musulmanes pidiendo la reforma del islam y una revolución religiosa.
Musulmanes que reprueban los asesinatos en la sede de “Charlie Hebdo”, a la vez piensan que en Europa se usa la libertad de expresión como pretexto para irreverencias contra su fe.
El atentado contra el semanario “Charlie Hebdo” ha demostrado el fanatismo que pueden alcanzar también en Europa los extremistas islámicos. De ahí que los motivos de los jóvenes europeos que se alistan en el Estado Islámico sean intrigantes.
Una conferencia internacional en la Universidad de Al Azhar y diversas iniciativas de diálogo cristiano-musulmán condenan la violencia y la ideología del Estado Islámico.