Uno de los problemas más serios para los católicos hispanos de EE.UU. no es que cambien de confesión, sino que adopten un estilo de vida donde la religión cada vez importe menos.
La Conferencia Episcopal de Honduras ha publicado un comunicado en el que asegura que todas las instituciones del Estado democrático están vigentes y pide que se opte por el diálogo para superar la crisis política.
La Santa Sede y Brasil han suscrito un acuerdo que regula las relaciones entre la Iglesia y el Estado en el país con el mayor número de católicos en el mundo.
En su visita a Estados Unidos, Benedicto XVI ha hablado mucho de libertad, insistiendo que está fundamentada en la verdad. Ha exhortado a la coherencia entre fe y vida. Y ha hecho una llamada a empezar una nueva etapa en la Iglesia, tras la crisis que ha vivido en los últimos tiempos.
Seleccionamos algunos comentarios publicados en los medios de comunicación norteamericanos, que reflejan el efecto causado por la visita de Benedicto XVI.
En el encuentro con los dirigentes de las universidades y escuelas católicas, Benedicto XVI les ha animado a “garantizar que el poder de la verdad de Dios impregne todas las dimensiones de las instituciones a las que sirven”, lo cual es perfectamente compatible con la libertad académica.
En su discurso a los obispos norteamericanos, el Papa subrayó la necesidad de insistir en la formación moral, para que los fieles sean coherentes con la fe.
En el discurso que Benedicto XVI ha dirigido al presidente George W. Bush, en la mañana del miércoles, durante la ceremonia de bienvenida en la Casa Blanca, ha querido subrayar que la religión y la moralidad son soportes indispensables para la prosperidad política.