Víctor Erice culmina su filmografía con una obra maestra en la que, mediante una trama de intriga, plantea una profunda y bella reflexión sobre la identidad, la memoria y la trascendencia.
Vitoria, 2016. Unai López de Ayala, un inspector experto en perfiles criminales, debe cazar a un asesino ritual que lleva aterrorizando a la ciudad desde hace dos décadas.
En los márgenes del río Baztán, en el valle de Navarra, aparece el cuerpo desnudo de una adolescente en una circunstancia que lo relaciona con un asesinato ocurrido un mes atrás... La inspectora Amaia Salazar dirige la investigación que la llevará de vuelta al pueblo de Elizondo, donde ella creció y del que ha tratado de huir toda su vida.
Convincente “thriller” con aire de cine negro en torno a una trama de abusos, engaños y silencios cómplices. El suspense es permanente, gracias a un ritmo bien medido y a un magistral uso de la elipsis.
Un padre separado, con dos hijos pequeños, intenta recomponer su vida cuando le diagnostican una enfermedad terminal. Película a veces brillante y a veces sórdida, que toca demasiados temas y está falta de unidad.
Este duro thriller sobre un motín carcelario, obra de un crítico mallorquín trasmutado en director, es uno de los mejores títulos del cine español de 2009.