La hermana Marina (Carmen Machi) tiene que hacerse cargo, durante el verano, de un grupo de chavales huérfanos. Los chicos están de vuelta de todo y son indomables, pero la monja sabrá llegar a ellos y educarles a través del fútbol. Un argumento poco original que es ya casi un subgénero. Pero la actriz sabe llenar de frescura esta clásica
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