Gran remate de “Infinity War”, las tres horas de duración permiten alternar historias personales y gran épica, cerrar muchos relatos y dejar la puerta abierta a otros nuevos.
No es una más de superhéroes, porque esta vez los directores arriesgan y sorprenden para explotar al máximo la acción y las historias de los personajes.
Esta historia de la ruptura de una relación amorosa tiene fuerza en el planteamiento, pero el desarrollo es demasiado lento y está lastrado por un hondo pesimismo.
Esta agradable pero corrientita dramedia está bien para pasar el rato, pero no merece tantas candidaturas a los Oscar. Al final se llevó solo el de actriz principal, para Jennifer Lawrence.
Película que, aunque en algún momento llega a ser atrevida, posee un fondo capriano: invita a hacer un esfuerzo por ser feliz y a pensar en los demás... y deja buen sabor de boca.