El actual repliegue del padre perjudica la crianza de los hijos y la vida social, pero aún no hemos reaccionado, advierte María Calvo, autora de un reciente libro sobre el tema.
La estimulación educativa temprana por parte de los padres ya no es exclusiva de las clases acomodadas y puede reducir la desventaja de los niños de familias pobres.
Varios estudios señalan que, en los hogares encabezados por progenitores con estudios superiores, los menores hacen un uso más provechoso y limitado de los recursos digitales.
Con la erosión de la familia, muchas personas han perdido sus señas de identidad y buscan un sustitutivo en grupos basados en determinados rasgos, explica Mary Eberstadt en su libro “Gritos primigenios”.
Margaret Harper McCarthy analiza cómo el antiguo sistema esclavista y el moderno ideal de libertad radical coinciden en atacar los vínculos familiares.
Un proyecto de ley en trámite en el Parlamento de Canadá persigue, mediante amenaza de cárcel, prohibir a los padres oponerse a que sus hijos menores cambien de sexo.