Ante el envejecimiento creciente de la población, hay que establecer pautas asistenciales que permitan a los mayores sentirse cuidados, sin percibirse como una carga.
Con una nueva versión de unos cuentos moralizantes y un proyecto de ley, el régimen quiere que la gente cuide de sus padres ancianos, ante el rápido envejecimiento de la población.
La Ley de Dependencia, aprobada hace seis años en España, es inviable, y las familias tendrían que seguir haciéndose cargo de los cuidados que el Estado no podrá pagar, dice un informe de The Family Watch.
En el país con la población más envejecida del mundo, el seguro de asistencia a los ancianos está garantizando una buena atención. Pero su creciente coste arroja sombras sobre su viabilidad futura.
La soledad de las personas mayores puede encontrar soluciones en una serie de alternativas novedosas, que van desde el vivir juntos al uso de las nuevas tecnologías.
Desde hace un par de años miles de americanos llenan un nuevo tipo de gimnasios en los que practican un peculiar entrenamiento, el de su capacidad mental.
Llega una nueva generación de derechos: el cuarto pilar del Estado del Bienestar. El gobierno español anuncia la Ley de la Dependencia, que dará cabida en el Estado Social al más del millón de personas incapaces de realizar por sí mismas alguna de las actividades básicas de la vida diaria.