Una agresión sexual contra la mujer no es excusable por el vestido. Pero es importante que el modo de vestir no envíe mensajes equívocos, sino que facilite el respeto entre hombres y mujeres.
En plena eclosión del feminismo, Joaquín Sabina cantaba “las niñas ya no quieren ser princesas”. Hoy vuelven las princesas, pero éstas han perdido la inocencia de los cuentos infantiles. Son princesas de cuentos para mayores.
La Congregación para la doctrina de la fe publica una nota aclaratoria sobre interpretaciones erróneas de las palabras del papa en el libro “Luz del Mundo”.
El año pasado la Iglesia Evangélica Luterana de América votó para admitir como miembros del clero a homosexuales activos y para bendecir las uniones estables de gays y lesbianas. En respuesta, un grupo luterano publicó un artículo en la revista Lutheran Forum en el que aplicaba la misma argumentación teológica a la aprobación de la prostitución sagrada.
En el contexto del debate sobre abusos sexuales de menores cometidos por clérigos, el psiquiatra vienés Raphael Bonelli habla sobre el celibato sacerdotal, las tendencias sexuales desviadas, y la necesidad de que todo hombre o mujer se esfuerce por educar su sexualidad.
La Encuesta Nacional sobre Salud Sexual revela que los españoles tienen una vida sexual satisfactoria, pero con motivaciones diferentes entre hombres y mujeres.
El capitalismo avanzado ha vinculado el amor al consumo, y la cultura posmoderna ha sustituido el romance por un formato más breve y repetible: el amorío. Eva Illouz analiza el fenómeno en su último libro.
Ya se puede comprar en España la píldora del día siguiente sin receta médica. Es improbable que eso contribuya a bajar los abortos, menos aún entre jóvenes.
Antes de debatir sobre la regulación de la prostitución, habría que preguntarse qué visión de la sexualidad ha llevado a que el fenómeno haya pasado de la marginalidad a la oferta masiva.