Raro caso de país desarrollado sin cobertura sanitaria universal, Estados Unidos puso en marcha una original fórmula, el “Obamacare”, que va a ser abandonada sin dar tiempo a comprobar si funciona.
El “fact checking” no es la panacea para desactivar la demagogia de Trump: el nervio central de su relato seguirá intacto mientras los medios no se tomen en serio las percepciones de sus votantes.
El líder republicano, la tercera autoridad política de EE.UU., es un buen ejemplo del nuevo conservadurismo que reclaman algunos intelectuales de la derecha.
Mientras anuncian el fin del “Obamacare”, prometen lograr el mismo objetivo de cobertura universal con una fórmula basada en la elección individual y el mercado.
Si las élites republicanas no han prestado atención a las inquietudes de un sector de sus votantes, las demócratas les han exasperado con su corrección política.
Ante las fuertes divisiones entre republicanos y demócratas en EE.UU., varios autores plantean soluciones para pasar de la política de la confrontación a la del respeto.
Los ingresos de un hogar típico crecieron en 2015 como no lo habían hecho en décadas. Más de tres millones de personas dejan atrás el umbral oficial de pobreza.