El decidido empeño de los republicanos por deshacer la reforma sanitaria de Obama ha empezado a tropezar cuando ha habido que definir con qué sustituirla. Dentro del propio partido hay una división entre los que piden una fórmula sin nada que huela a seguro nacional obligatorio y los que pretenden amortiguar los efectos del retorno al mercado. El proyecto, llamado American Health Care Act, que ha comenzado el trámite en el Senado, es un compromiso entre dos facciones republicanas de
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