Crecen los hogares que invierten en el alquiler, el préstamo o la hipoteca una gran parte de sus ingresos. Las noticias son especialmente malas para los jóvenes que quieren formar una familia.
Las cifras muestran que el número de empleados públicos no es tan excesivo como a veces se cree, aunque el Estado de las autonomías engordó la Administración.
El modelo laboral de Dinamarca, conocido como “flexiguridad”, se ha hecho famoso por combinar la flexibilidad en las relaciones laborales con la protección social y las políticas activas de empleo para los parados.
Los socialistas más a la izquierda, como Bernie Sanders en EE.UU. o Pablo Iglesias en España, han elegido a Dinamarca como ejemplo a seguir. Pero sus propuestas casan mal con el pragmatismo nórdico.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible forman un programa ambicioso, que pretende ir “más allá de la ayuda” y dar la responsabilidad primordial a cada país.
El agresivo ambiente de trabajo de Amazon, descrito por “The New York Times”, ha creado polémica. Pero el gigante tecnológico no es el único que aprieta a sus empleados para que rindan más.
La baja cobertura de la red en el continente africano es un problema al que se dedican grandes esfuerzos, aunque un mayor acceso no implicará la solución automática del subdesarrollo.
Si en países ricos, estar conectado puede servir de distracción, para un africano puede ser una ayuda para superar limitaciones que lo mantienen en la pobreza.
Durante mucho tiempo se ha creído que la tecnología destruye puestos de trabajo pero crea más empleos nuevos. Hay quien piensa que esto puede estar cambiando.
El perfil de los jubilados ha cambiado. Ahora, están en una posición económica más segura y estable que otros grupos de la población, especialmente los jóvenes.