De modo más silencioso y menos mediático, los suicidios por arma de fuego sobrepasan numéricamente en víctimas a masacres como las de Texas y Las Vegas.
En varios países desarrollados, los homicidios por arma de fuego son tan raros como morir en EE.UU. tras caer de una escalera o ser impactado por un rayo.
Expertos contrarios a la fabricación de “armas autónomas” advierten contra los múltiples peligros que estas implicarían en el desarrollo de las acciones de combate.