Zipi y Zape, dos gemelos de 12 años, han cosechado calabazas en junio, y para que preparen los exámenes de septiembre, sus padres les envían en verano a un “curso de sabios” en el colegio Esperanza, centro con fama de severidad paramilitar. Al frente de la institución está el temible Falconetti, con parche y todo. Los hermanos estarán encantados con la perspectiva de liderar una resistencia contra Falconetti y sus cancerberos. Una gran aventura se inicia, especialmente, al hacer un sorprendente descubrimiento.
El director y los guionistas de esta película son profesionales con mucha experiencia en series de TV como Hispania, Gran Hotel, Los hombres de Paco, etc. Han logrado una notable película familiar, algo rarísimo en el reciente cine español fuera de la animación. Pequeños y grandes verán con agrado una película bien hecha, divertida y amena. Los diálogos tienen gracejo y la trama está bien llevada: el conjunto se sigue con interés.
Hay habilidad y astucia en la factura de una cinta de aventura preadolescente que conecta con los personajes de la historieta de Escobar (publicada de 1948 a 1994) pero entiende perfectamente que un largometraje debe ser autónomo. Renunciando a las peripecias urbanas de los dos traviesos hermanos, a su padre D. Pantuflo y compañía, la película conecta con clásicos del género como Los Goonies y El secreto de la Pirámide. El guion es ágil y divertido, las interpretaciones frescas y naturales.
El resultado final es muy interesante, no porque sea una película de extraordinaria calidad sino porque demuestra que es posible, también en España, hacer eso que se llama películas familiares con ingenio y buen gusto.
