Un grupo de personas amordazadas despiertan en medio de un bosque deshabitado. No se conocen de antes, pero comparten una misión: sobrevivir a lo que parece una auténtica cacería humana.
La película es el resultado de dejar rienda suelta al guionista Damon Lindelof (Perdidos, Prometheus, Guerra Mundial Z). Hay diálogos y situaciones originales y divertidas, en medio de mucha violencia y banalidad. No faltan referencias más o menos explícitas al uso de armas en Estados Unidos, o a la falta de cualquier tipo de ética en un mundo globalizado, pero son tan gruesas que acaban siendo ridículas. Con todo, la película es corta y entretenida en algunos tramos.