Borg McEnroe. La película

GÉNEROS,

PÚBLICOJóvenes

CLASIFICACIÓNSensualidad

ESTRENO26/09/2017

A finales del verano pasado se enfrentaron las selecciones europea y norteamericana de tenis capitaneadas por Björn Borg y John McEnroe, protagonistas de este filme, primera obra de ficción del documentalista danés Janus Metz Pedersen. La cinta tiene más aspecto de reportaje que de ficción, y se centra en la épica final de Wimbledon de 1980.

Metz y su guionista Ronnie Sandahl han construido su relato en torno a aquel partido, lo que nos introduce de lleno en la nostalgia de los ochenta; la ambientación es un plus en esta película. Borg McEnroe comienza con unas imágenes de aquella final, a la que acompaña el comentario “cambió sus vidas y el deporte para siempre”, y después alterna diversos flashbacks, unos recientes, otros muy alejados en el tiempo, de Borg y McEnroe. Hay un propósito deliberado de enfrentarse a los clichés “el hombre de hielo” y “el niño mimado y maleducado”, y de explicar la psicología de uno y otro, su entorno y sus años de formación.

Metz logra que el espectador sienta el peso que abruma al campeón sueco y comprenda que ese partido es mucho más que un evento deportivo. Pero –y es el único reproche que hago a esta película– en general explica demasiado, insiste excesivamente en unas pocas ideas, cuando se trata de dejar que el espectador concluya. En cambio, la secuencia final es un logro.

Hay cuatro grandes actores en pantalla: Sverrir Gudnason, Shia LaBeouf, Stellan Skarsgård y Tuva Novotny; pero la parte del león se la lleva Gudnason, en una gran interpretación de Borg, cuya mirada refleja todo tipo de sentimientos.

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