Desde el comienzo de su pontificado el Papa Francisco ha hecho múltiples llamamientos a que la Iglesia sea un lugar de misericordia, idea que destaca ahora con el próximo Año Santo.
Nuevas leyes de libertad religiosa aprobadas en Indiana y Arkansas permitirán a empresas y profesionales negarse a dar servicio en una boda homosexual.
Hacer compatible la fidelidad a la doctrina y la misericordia acogedora de la Iglesia es algo que está en el trasfondo de los debates del Sínodo sobre la familia.
No se comprenden las distintas facetas de la santa si se prescinde de lo que dio unidad a todas ellas: su experiencia Dios y su deseo de comunicarla a todos.