Ortodoxos

Un sacerdote grecocatólico que vivió en Rusia explica el contexto de la reciente ruptura con Moscú por parte de la Iglesia ortodoxa ucraniana.
La guerra de Ucrania no es una guerra de religión, pero la religión está mezclada con el nacionalismo ruso y con las disputas entre los dos países.
El reconocimiento de la autocefalia a la Iglesia ortodoxa en Ucrania agrava las divisiones en la ortodoxia.
La visita del secretario de Estado vaticano muestra un clima de diálogo y cooperación entre Roma y Moscú.
El icono expresa como ningún otro objeto artístico el sentido transcendente del arte y es, en palabras de Florenski, testimonio del mundo celeste.
La ausencia de cuatro de las catorce Iglesias autocéfalas evidencia el delicado momento que viven los ortodoxos.
El Patriarcado de Moscú se suma a la petición hecha por otras cuatro Iglesias ortodoxas de aplazar el concilio.
Las críticas internas a los patriarcas de Constantinopla y Moscú pueden rebajar el alcance del próximo Concilio ortodoxo.
La reunión entre Francisco y Kirill abre la posibilidad de un entendimiento que hasta ahora ha sido impedido por la cuestión de los católicos orientales en territorio ruso.
La reunión de primados en Ginebra decide no posponer por más tiempo el concilio panortodoxo, pero deja fuera de la agenda algunos temas discutidos.
El patriarca de Moscú propone los valores cristianos para regenerar social y culturalmente la sociedad actual y señala la importancia de trabajar conjuntamente con otras confesiones.
La visita pretende impulsar el ecumenismo con los ortodoxos, alentar a los cristianos de la zona y favorecer el diálogo con musulmanes y judíos.
Lo que preocupa a la Iglesia ortodoxa rusa es el destino de la población civil y en concreto de los cristianos.
A partir de septiembre de 2012, todos los estudiantes de primaria y secundaria de Rusia recibirán algún tipo de formación religiosa.
El metropolita Hilarión propone un órgano de coordinación para adoptar posturas comunes y promover los valores cristianos ante cuestiones de actualidad.
Visita a Roma del “ministro de exteriores” del Patriarcado ortodoxo ruso.
El nuevo patriarca de Moscú está considerado como el líder ortodoxo más renovador y abierto a las relaciones con la Iglesia católica.
Tras largas décadas de ateísmo oficial bajo el comunismo, los medios de comunicación en Rusia empiezan a prestar cada vez más atención a la Iglesia ortodoxa.
La Iglesia católica y la ortodoxa deben defender juntas los valores cristianos.

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