Política identitaria

En la larga carrera presidencial para 2020, la izquierda se debate entre seguir con la línea oficial del Partido Demócrata o dar un giro populista.
En vez de traer más autonomía, el discurso identitario alimenta el pensamiento de grupo y envenena las relaciones sociales.
Ser mujer y aborigen supone un mayor riesgo de violencia en Canadá, pero puede ser una baza política en EE.UU.
A rebajar la crispación ayudaría tener presente que cuestionar una idea no es criticar ni juzgar a quien la expresa.
La política no se define hoy tanto por diferencias económicas o ideológicas como por cuestiones identitarias, explica Fukuyama en su nuevo libro.
Spiked
En un tiempo obsesionado con la raza y el género, el manto de la diversidad lo cubre todo.
Lilla, uno de los principales pensadores progresistas de hoy, se ha destacado por su crítica a la política de la identidad que mantiene la izquierda.
“Ni eres como yo, ni mereces el mismo respeto”. Esta es la presunción de fondo que asimila a ambos movimientos.
Hoy la izquierda vela más por los derechos de ciertos colectivos que por el marco político común.
La nueva plataforma de Hillary Clinton da algunas pistas de por dónde puede ir la renovación del Partido Demócrata.
En Canadá operan unos 100 grupos de corte xenófobo y supremacista blanco que no atraen la debida atención por parte de las autoridades.
La denuncia de la corrección política se ha convertido en un tema estrella en EE.UU., pero ni Trump ni la “alt-right” son sus mejores exponentes.
Spiked
Amparados en el victimismo, algunos colectivos sociales pueden blindarse contra toda crítica y coartar la libertad de expresión.
Una nacionalidad por encima de las etnias
"Ciudadanía multicultural", de Will Kymlicka
El reconocimiento de las minorías en el marco político común

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