Gran remate de “Infinity War”, las tres horas de duración permiten alternar historias personales y gran épica, cerrar muchos relatos y dejar la puerta abierta a otros nuevos.
No es una más de superhéroes, porque esta vez los directores arriesgan y sorprenden para explotar al máximo la acción y las historias de los personajes.
Otra novela de la autora de “Crepúsculo” sirve más de lo mismo, pero esta vez con buenos actores y un director experto en el género de ciencia-ficción.
En un futuro donde los avances científicos hacen posible la existencia, los humanos confían todos los aspectos de sus vidas a sofisticados robots denominados Mecas. La emoción es la última frontera en la evolución de las máquinas. Pero cuando un avanzado niño robótico llamado David es programado para amar, los humanos no están preparados para las consecuencias.