El octavo episodio de la saga lleva el aliento de la trilogía original, con una certera realización y unas interpretaciones que destacan la hondura de los personajes.
En 1952, una joven irlandesa emigra a Nueva York, donde se enamora de un chico italiano. Película de esmerada factura clásica y extraordinarias interpretaciones.
Aventura épica que, en la historia de un hombre que lucha por
sobrevivir, siembra otras muchas cuestiones de gran calado, como el
colonialismo o la explotación descontrolada de la naturaleza. 3 Oscar: dirección, actor principal (Leonardo DiCaprio) y fotografía.
Tragicomedia en torno a un joven capaz de viajar al pasado, donde busca novia e intenta ayudar a los demás. Amable, certera en sus planteamientos, pero el guión es confuso.
La saga concluye con una buena película, claramente mejor que la anterior, en que los recursos técnicos y estéticos ya no sorprenden, pero la historia está contada con gran fuerza.