Una historia real que sirve de prólogo a la Guerra Civil y que acierta de pleno en la construcción dramática del protagonista, pero que decepciona en la contextualización.
Matti Geschonneck reproduce meticulosamente la reunión en la que se decidió la llamada “solución final”; la presenta como acto administrativo que hace tangible la banalidad del mal.
Interesante película sobre el conflicto vasco que cuenta los encuentros organizados en 2010 entre etarras con delitos de sangre y familiares de las víctimas.