En Florencia, a finales del siglo XVI, Miguel Ángel tiene que completar la Capilla Sixtina mientras el poderoso y temible Julio II le urge a que termine su tumba. Alberto Testoni (que ya había interpretado a otro artista complejo como el cineasta Pasolini), presenta a un artista asfixiado de trabajo e incomprensión, con muy poca luz en una vida en constante torbellino creativo.
El director ruso Andréi Konchalovski enmarca esta gran interpretación con unas localizaciones extraordinariamente fotografiadas, con una composición del plano de primerísimo nivel. Pero una vez más, este peculiar cineasta toma decisiones extravagantes en el guion y el metraje que alejan al espectador de un personaje que, finalmente, resulta muy poco atractivo, explicable o trascendente.
Miguel Ángel fue retratado con más éxito en El tormento y el éxtasis de Carol Reed en 1965, con Charlton Heston como Miguel Ángel y Rex Harrison como Julio II.