No son pocas las revistas e instituciones que ofrecen información sobre literatura infantil y juvenil (LIJ). Como es lógico, las que se ciñen más a lo inmediato se ven urgidas a dar cuenta de las novedades e inevitablemente arrastradas por la moda del momento y el empuje publicitario y comercial de quienes tienen más medios. Lo negativo es que, a veces, la información que se da es un tanto acrítica y olvida que a los lectores niños y jóvenes no hay que darles lo local o lo de ahora sino lo mejor, sea de quien sea y venga de donde venga. Lo positivo es que, con todo, hay disponible información más que suficiente para quien desee orientarse bien.