Al presentar un informe sobre la persecución a los cristianos, el ministro de Exteriores Jeremy Hunt reconoció que la “corrección política” ha impedido a Londres hacer más por ellos.
Así como países ricos descargan basura en otros menos desarrollados, se ha extendido la práctica de exportar experimentos científicos de dudosa ética que no se permitirían en casa.
Las nuevas estrellas de la UE no son fácilmente etiquetables: ni Ursula von der Leyen es tan “conservadora”, ni Christine Lagarde tan “neoliberal radical”.