Suicidio

El texto elaborado por el Gobierno endulza el lenguaje presentando el suicidio asistido como una “ayuda a morir”, rechazada por la mayoría de los médicos.
A pesar de la negativa huella causada por las restricciones y el aislamiento en la salud mental, las cifras de suicidios no siguen la estela de otras crisis. De momento.
El Tribunal Constitucional alemán ha despenalizado la “promoción comercial” del suicidio en una sentencia criticada por políticos, Iglesias y médicos.
El problema de salud pública no es el suicidio asistido, sino el aumento de los que se suicidan sin pedir ayuda a nadie.
Entre los factores que explican la baja generalizada de las tasas de suicido en los países desarrollados, destaca el mayor recurso a los fármacos para tratar la depresión.
El mayor acceso a contenidos sobre el suicidio, hoy posible gracias a Internet, puede inducir a los más jóvenes a tomar el camino equivocado.
Un médico acostumbrado a tratar con pacientes terminales diseñó una “terapia de significado” que ha tenido efectos muy positivos.
La comprensión con el que comete suicidio no implica renunciar al juicio moral.
“El suicidio es una posibilidad maravillosa para los seres humanos”, dice Ludwig Minelli.
El Consejo de Ética Médica ha entregado un memorándum al gobierno.
¿Qué lleva a un creciente número de japoneses a suicidarse?
Análisis
Ana Marta González, profesora de Ética en la Universidad de Navarra, escribe sobre la eutanasia en El Mundo del País Vasco (Bilbao, 25-V-98).

Contenido exclusivo para suscriptores de Aceprensa

Estás intentando acceder a una funcionalidad premium.

Si ya eres suscriptor conéctate a tu cuenta. Si aún no lo eres, disfruta de esta y otras ventajas suscribiéndote a Aceprensa.