Mientras los gobiernos buscan un incremento de ingresos retrasando la jubilación, muchas empresas promueven la retirada temprana de los trabajadores que han cumplido 55 años.
Tras la revuelta contra la reforma de las pensiones, se adivina una crisis de representación política, con la resistencia a aceptar recortes del Estado del bienestar.
La reforma de las pensiones, exigida por los graves problemas demográficos, concita el mayor movimiento de oposición a que ha tenido que enfrentarse Putin.
En un panorama de envejecimiento demográfico e insuficientes trabajadores que coticen, hay que plantearse si es realista la movilización a favor de “blindar las pensiones”. Preguntamos a Antonio Moreno Ibáñez, profesor de Economía y Finanzas.
El perfil de los jubilados ha cambiado. Ahora, están en una posición económica más segura y estable que otros grupos de la población, especialmente los jóvenes.
Aunque el paro no respeta la edad, en los países de la OCDE aumenta la tasa de empleo entre trabajadores de 60 a 64 años, mientras la jubilación se retrasa.
Aumentar la edad de la jubilación y extender los planes de pensiones privados es necesario para que los sistemas de pensiones sean financieramente viables, dice la OCDE.
Las pensiones en España estarán en riesgo mientras no se supere el estancamiento de la natalidad, confirmado por las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística.
La preocupación por el desequilibrio entre la baja natalidad y la prolongación de la esperanza de vida y sus efectos en las pensiones, contrasta con el reconocimiento de un derecho al aborto que elimina el 20% de los embarazos.